El presidente de ANAES, Álvaro Llamas, responde así a las declaraciones del director general de Tráfico, Pere Navarro, sobre el uso de los vehículos de movilidad reducida (VMP), sobre todo patinetes, en las ciudades, durante su intervención en el IV Foro Compromiso por la Educación Vial (FCEV), que se celebró el 7 de junio, en Madrid.
Durante su intervención, Navarro indicó que su departamento no va a promocionar el uso del patinete en detrimento de la bicicleta, como vehículo de movilidad personal, ya que considera a ésta última más segura que la primera. «La bicicleta tiene una rueda grande, y el otro (el patinete) tiene una rueda pequeña, y les aseguro que en seguridad vial la diferencia se nota, entre otras razones, porque en la bicicleta vas sentado y en el otro vas de pie: en una vas pedaleando, lo cual te da equilibrio, y en la otra vas como vas», señaló durante su conferencia.
El director también enumeró las medidas que ha adoptado su departamento con respecto al uso de este tipo de vehículos, como la prohibición de utilizarlos en vías interurbanas, o en las aceras o la limitación de su velocidad máxima a 25 km/h.
Sin embargo, aseguró que aún queda mucho por hacer en cuanto a la reglamentación de este tipo de vehículos y anunció que la DGT ya está trabajando en la implementación de nuevas medidas como el establecimiento de la obligatoriedad del uso del casco o de tener contratado un seguro para poder utilizarlo e incluso el establecimiento de una edad mínima para poder usarlo, fijada en los 16 años.
ANAES se muestra muy partidaria de la puesta en marcha de todas estas medidas. «La proliferación de este tipo de vehículos en nuestras ciudades, obliga a que sea necesaria una regulación que mejore la seguridad vial y la protección de sus ocupantes y la del resto de usuarios», sostiene el presidente de ANAES, Álvaro Llamas.
«Sin embargo, desde la Asociación Nacional de Autoescuelas, seguimos echando en falta que, entre estas medidas, Tráfico no haya incluido una formación, aunque sea básica, para las personas que vayan a conducirlos. Y que ésta la impartan las autoescuelas, que son las entidades especialistas en formar conductores.», señala.
«Es increíble que, por ejemplo, para tener un perro, en breve tengas que superar un curso formativo, pero, para conducir un vehículo de este tipo en la vía pública, que puede suponer un peligro para ti o para los demás, no se exija nada y se permita a cualquiera, sin tener unos mínimos conocimientos, utilizarlo como si fuera un juguete y no un vehículo, que es lo que es», afirma.