Más de una decena de provincias sufren problemas de escasez de personal en sus jefaturas provinciales y oficinas locales de tráfico, ya se trate de puestos administrativos o de examinadores de tráfico. Los refuerzos de plantilla que manda la Administración central llegan a cuentagotas y no cubren las necesidades reales de personal por lo que el problema no se solventa.
La falta de personal examinador en muchas jefaturas ha sido una constante desde hace muchos años y por mucho que la Administración envie nuevos funcionarios a sus destinos, el acuciante problema no termina de solucionarse. Si a eso se le añade, que muchas oficinas no cuentan tampoco con personal administrativo suficiente para tramitar expedientes y realizar otras labores burocráticas, el problema se agranda aún más.
Esto repercute negativamente tanto en el sector como en la ciudadanía. La falta de personal imposibilita a miles de ciudadanos que puedan obtener su permiso de conducir en un tiempo prudencial y esto desemboca en una pérdida de matrículas, clases prácticas y económicas para las autoescuelas que ven impotentes como sus alumnos se niegan a realizar nuevas prácticas sin conocer una fecha definitiva de examen a corto plazo.
Hemos querido conocer la situación real en la que se encuentran algunas jefaturas, por los problemas derivados de la falta de personal y hemos sondeado la valoración que hace el sector al respecto.
En Segovia, el problema está no solo en la falta de personal examinador (hay 1.670 alumnos a la espera de examinarse del práctico de conducir en la provincia), sino también en la falta de personal administrativo en las jefaturas lo que afecta la tramitación de cualquier tipo de expediente, algo que no solo está perjudicando negativamente a las autoescuelas, sino también a otros colectivos empresariales, como el sector del transporte o las gestorías. Tal es la situación, que los centros de formación vial de la provincia han convocado una manifestación con una caravana de vehículos que recorrerá la capital como protesta el próximo 15 de abril.
También las Islas Baleares, presentan problemas por la escasez de examinadores. En las islas hay una docena de examinadores, y algunos de ellos acuden a examinar a los centros desplazados de Ibiza y Menorca. Los funcionarios hacen horas extras remuneradas pero aún así no es suficiente para aligerar el «tapón» de pruebas. Más de 8.000 personas están a la para poder examinarse en las islas pitiusas y el plazo puede rondar en algunos casos, los seis meses.
Otra de las provincias afectadas, es Córdoba. El próximo 13 de abril, las autoescuelas cordobesas se movilizarán solicitando a la Jefatura que reponga los cinco evaluadores que faltan o que al menos, permita realizar horas extras a los examinadores que actualmente están trabajando, para reducir la lista de espera, como han permitido las jefaturas de otras provincias cercanas como Granada o Almería. Las autoescuelas afirman que este déficit de personal está afectando al porcentaje medio de aprobados. Actualmente, hay más de 3.500 alumnos a la espera de obtener su permiso B y otros 350 para obtener su permiso AM, A1 o A2.
Lleida, es otra de las provincias con problemas de escasez. Su bolsa ronda los 3.500 aspirantes esperando para examinarse del permiso B, por falta de personal suficiente en su jefatura. Las autoescuelas de la zona piden reforzar la plantilla y, pese a que Cataluña será una de las CCAA que más se refuercen con la llegada de nuevos examinadores en las próximas semanas, aún será insuficiente para cubrir las necesidades del sector en la provincia, sobre todo en las comarcas de Ponent y Pirineo. Además, a esto se le une el hecho, de que las autoescuelas leridanas tienen que ver como sus alumnos, cansados de esperar, deciden trasladar su expediente a otra autoescuela ubicada en otras provincias, con la esperanza de que puedan obtener su permiso de forma más rápida, al contar con una menor lista de espera.
No son las únicas provincias con problemas. La escasez de personal en tráfico es un problema que las autoescuelas llevan años denunciando y en los últimos años, se ha agravado con la falta de personal administrativo suficiente en las oficinas para la realización de trámites. A pesar del reciente anuncio del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que para este año la DGT espera ampliar su plantilla hasta los 855 efectivos, la mayor cifra en los últimos 12 años, lo cierto es que se queda lejos de los 888 funcionarios examinadores con los que contaba la Administración en 2010 o los cerca de 1.000 que operaban cuando entró en vigor el permiso por puntos en 2006.
Para el presidente de ANAES, Álvaro Llamas, la Administración «debe urgentemente encontrar una solución definitiva al problema. Estas incorporaciones son muy bienvenidas, pero insuficientes. Debe hacer un mayor esfuerzo para encontrar una solución definitiva que solucione de raiz el problema de los retrasos de pruebas en los centros de examen, que sean más ágiles y que todas las autoescuelas de todas las provincias podamos beneficiarnos de ello, no solo unas pocas.»