En la última década, se ha producido un cierto estancamiento en las cifras de siniestralidad vial, un dato que ha sido reconocido por la propia Dirección General de Tráfico. De las 126.400 víctimas de siniestro vial registradas en 2013, se ha pasado a las 129.603 en 2022, con un incremento en el número de fallecimientos y de víctimas heridas leves. Con estos resultados, es imposible alcanzar el objetivo de 0 víctimas de siniestro vial que plantean los diferentes organismos internacionales.
Ante este panorama, la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES) ha vuelto a pedir a la Administración correspondiente que adopte medidas más contundentes para frenar el ascenso de la siniestralidad y que ponga en marcha los módulos de concienciación y sensibilización para los conductores en las autoescuelas.
Las cifras no mienten y no llaman al optimismo en materia de seguridad vial. Solo entre 2019 y 2022, se ha reducido tan solo en un 1%, el número de personas fallecidas por siniestros viales. Este descenso podría explicarse en el descenso del número de siniestros contabilizados (la pandemia contribuyó mucho en ese sentido), pasando de los 104.080 registrados en 2019 a los 97.935 de 2022, unas cifras muy alejadas de las de otros países europeos de nuestro entorno y que rompe con la tendencia descendente que experimentaba nuestro país desde 1993.
Si entre 1993 y 2012, España había conseguido reducir la cifra de fallecidos por siniestros viales de 6.378 personas a 1.903 y pasar de contabilizar 36.828 personas hospitalizadas en 1993 a 10.444; en el último decenio, de 2013 a 2022, las cifras no solo no han descendido, como cabría esperarse, siguiendo la tendencia de los 20 años anteriores, sino que se han incrementado. Así, en 2022, último año con datos consolidados de siniestralidad vial, se registraron 1.746 víctimas mortales, 66 más que en 2013 y el número de heridos leves, se incrementó en 4.720 personas.
En esta siniestralidad, las distracciones juegan un papel muy importante. Las distracciones al volante, son el primer factor concurrente habitual más frecuente en los siniestros de tráfico, especialmente aquellos con resultado de víctimas mortales. En 2022, estuvieron presentes en el 31% de los siniestros viales. Y en la última campaña de vigilancia llevada a cabo por la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que se ha llevado a cabo del 9 al 15 de octubre, y que estaba centrada en las distracciones, los datos no indican que se haya mejorado en ese sentido: se ha saldado con 2.223 denuncias por usar el teléfono móvil al volante, 442 por no hacer uso del cinturón de seguridad y 273 por usar auriculares mientras se conducía. Además, 1.260 conductores fueron denunciados por conducir con una tasa superior a la permitida y otros 884 por dar positivos en drogas.
Es evidente pues, que la razón detrás de estas cifras está en el comportamiento de los conductores, enm uchos casos derivado de una falta de formación. Así lo considera el presidente de ANAES, Álvaro Llamas, quién además hace un llamamiento a la DGT para ponerle solución a este aparente estancamiento y al repunte de la siniestralidad vial que marcan las cifras. Para Llamas, «la Administración debería ser valiente, ambiciosa, y subir un peldaño más en materia de formación, poniendo en marcha los módulos de sensibilización y concienciación viales presenciales obligatorios. Creemos que la formación que en ellos se pueda impartir, resultaría muy efectiva para frenar los índices de siniestralidad», sostiene.
Llamas también lanza una queja a la DGT por los pocos avances relacionados con la formación que se han apreciado a la hora de luchar contra este aumento de la siniestralidad. «Sabemos que el problema es el comportamiento de los conductores. Ellos saben qué deben hacer, pero no lo hacen, y hay que buscar la razón y para eso, los módulos de sensibilización y concienciación son una muy buena herramienta. Unos módulos, que incidan en corregir actitudes al volante y que tengan que realizarse de forma obligatoria y periódica, serían de gran utilidad. Así se hace actualmente con los cursos de sensibilización y reeducación vial y están siendo un éxito en la reeducación de infractores.» considera.
No es la primera vez que ANAES ha solicitado a la Administración, que ponga en marcha estos módulos y no entiende la negativa de la misma a desarrollarlos, más cuando ya están recogidos en la Ley de Seguridad Vial (disposición adicional tercera ter), aunque solo para aquellos que se preparen para obtener un permiso o licencia de conducción. En este sentido, ANAES siempre ha reclamado a la DGT una mayor ambición y que estos cursos también se extiendan al resto de conductores, una vez obtenido su permiso o licencia, a fin de que éstos puedan reciclar sus conocimientos periódicamente y mejorar sus actitudes y comportamientos al volante, como fórmula para frenar el aumento de la siniestralidad que se está registrando en nuestras carreteras.
Por otra parte, la Unidad de Seguridad Vial del Ministerio Fiscal, presentó ayer, 24 de octubre, la Guía de Buenas Prácticas para la Atención Inmediata a la Atención de las Victimas de Siniestros Viales, que recoge los criterios para coordinar las actuaciones de los cuerpos policiales, servicios de bomberos y de emergencias sanitarias en los primeros momentos del siniestro y especifica las reglas de coordinación y la consolidación de las buenas praxis de actuación para dar una atención más rápida y eficaz a las personas que han sufrido un siniestro vial o sus familias.